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Vacaciones en Atenas

Siempre he querido visitar Grecia, porque me ha parecido un país en el que podía encontrar muchos lugares lleno de historia y de cultura, pero lo cierto es que en mi viaje a Atenas, encontré eso y mucho más.  Fue como encontrarme de repente en otro siglo y en otro mundo, porque es una ciudad que está llena de monumentos y ruinas que, por lo menos a mí, me dejaron impresionada.  El poder caminar entre lo que vino a ser una parte importante de la historia de la humanidad ha sido toda una experiencia imposible de describir con palabras, hay que vivirla para sentir toda la grandeza que aporta esta ciudad griega.  Si bien es cierto que ya desde el principio de organizar mi viaje, me empapé de todo lo que pude y me pareció importante para luego entender y disfrutar de todo lo que iba a ver, la verdad es que no se puede comparar lo que se puede ver en directo con cualquier información que haya podido obtener anteriormente.  La Acrópolis, el Partenón y el Ágora,  son impresionantes y espectaculares, creo que no he sacado tantas fotos en ninguno de mis viajes anteriores, y es que cada rincón me parecía digno de una fotografía.  Además cada día era un nuevo descubrimiento, el Templo de Zeus Olímpico es algo digno de ver, y en serio que fue como estar en una época pasada pero con todas las comodidades del presente.  Una visita que recomiendo es la del Monte Licabeto, porque las vistas sobre la ciudad son incomparables y es imposible no quedarse con la boca abierta ante tanta belleza.
La comida tampoco estuvo mal, probé unos platos típicos del país, pero en el hotel y en los diferentes establecimientos, también resultaba fácil encontrar alimentos más internacionales y, por supuesto en el hotel, todo fue de maravilla, el trato y los servicios impecables y los horarios muy adecuados para nosotros los turistas.
Creo que ha sido uno de los mejores viajes de mi vida, y no tengo ninguna duda de que antes o después lo repetiré, porque vale la pena volver a vivir esta experiencia.