Realizar un viaje a la India es una experiencia que vale la pena en todos los aspectos imaginables, incluso diría que puede llegar a cambiar la vida en algunos casos, sobre todo la vida interior. La cultura y su modo de vivir, te envuelve desde el primer momento en el que se pone pie en esta parte del mundo y, por descontado, lo que nos espera a cada paso es inolvidable e impresionante.
Unos de los lugares que durante cualquier época del año es visitado por millones de turistas venidos de todas partes del planeta es sin duda el Taj Mahal. Esta impresionante obra, construida entre el 1631 y el 1654 en Agra, fue un homenaje a la esposa favorita del emperador musulmán Shah Jahan. En ella se ve reflejado el amor y la admiración de este hombre por una mujer, y es un complejo de edificios impresionante en los que se puede encontrar arquitectura islámica, persa e india a partes iguales.
Se respira romanticismo en cada parte del lugar y también transmite una tranquilidad y una paz que se sienten durante toda la visita. Reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, pasear por todo el grandioso recinto es realmente una experiencia que deja una huella imborrable en nuestros recuerdos y en nuestro espíritu, y no por nada es considerada una de las Nuevas Maravillas del Mundo Moderno. En el Taj Mahal se encierra una gran historia que vale la pena conocer al detalle para entender del todo esta obra maestra, y no es mala idea empaparnos de ella antes de decidir conocer en persona el sitio.
Entre lo más destacable, aparte el hecho de que fue construida por amor a una mujer que murió dando a luz, también se cuenta que el mismo emperador hizo que los más de veinte mil obreros que participaron se cortaran las manos para no poder hacer obra similar nunca más durante sus vidas.
La India es un país impresionante y lleno de cultura, tradiciones e historia, y gran parte de ella es este lugar, por lo que no hay que dejar de visitarlo y admirarlo en nuestro viaje a estas tierras.