Las rocas son de origen volcánico y también de sedimentos, dado que esta zona fue parte del fondo marino en el Paleozoico.. El aire, el agua y la erosión son los elementos que han creado sus peculiares formas a lo largo de millones de años,
El Santuario Nacional de Huayllay es área natural protegida y está considerado como un museo geológico de los más valiosos que hay en la tierra. Tiene más de 4.000 formaciones rocosas que semejan gigantescos perfiles humanos y de animales.
Este santuario nacional nos ofrece la oportunidad de realizar numerosas actividades en medio de un impresionante entorno natural, a lo largo del viaje pudieron practicar algunos deportes.
El turista tiene disponibles once rutas bien señaladas, y las más fáciles pueden demandar un recorrido de entre 3 y 4 horas.
Podemos quedarnos muchos días y siempre hacer algo distinto. La observación de las figuras toma mucho tiempo. Huayllay también es el paraíso de la escalada en roca.
Salimos a practicar bicicleta de montaña por las diferentes rutas que hay alrededor del santuario. También hicimos paddle surf y windsurf en la laguna Japuri a más de 4.500 msnm.
Nos quedamos acampar la primera noche pero hacia mucho frio y la segunda noche nos quedamos en el albergue municipal La Calera, que está ubicada al costado de los baños termales.
Después nos alojarnos en el albergue de Alcibíades Cristóbal, ubicado a solo 300 metros de Canchacucho, que está aislado pero más cerca del bosque. Alcibíades cuenta con camas que alquila por un precio moderado y alimentos.
También nos hospedarnos en el pueblo de Huayllay que cuenta con hostales básicos.
Visitamos as fuentes de aguas termales medicinales de La Calera, Goshpi y Yanahuato.
Dicen que la mejor época para visitar El Santuario Nacional de Huayllay es de mayo a octubre, cuando la temporada de lluvia ha acabado.
El clima es muy seco y por las noches se alcanzan temperaturas muy bajas.