No es de extrañar que el Machu Picchu sea el lugar más visitado del Perú. Esta maravilla arquitectónica de piedra caliza, sin argamasa, que data de mediados del siglo XV, está situada en una elevada meseta en las profundidades de la selva amazónica. Se puede acceder en tren desde Cuzco o, si te atreves, hacer el viaje siguiendo un sendero a pie de varios días; viajarás por lo más profundo de los barrancos andinos y disfrutar de unas vistas impresionantes.
Machu Picchu es el centro del Imperio Inca pero su función sigue siendo un misterio. Se sabe también que fue poblado por un gran número de habitantes, pero sólo por nobles, sacerdotes y las ”aqllas” (vírgenes del sol). Había también una población de campesinos que trabajaba los campos pero no vivían dentro de la ciudadela.
Tal vez la mayor atracción de Machu Picchu es el nivel de desarrollo tecnológico logrado por sus constructores en materia de arquitectura y trabajo en piedra. Las uniones de las piedras en algunos de los ambientes son tan estrechas que ni un alfiler podría ser insertado. La piedra más significativa es el ”Intihuatana” o calendario solar, que permitía a los Incas conocer con precisión las estaciones y el clima a lo largo del año. Sin embargo, muchos encuentran en Machu Picchu más que historia y antiguas tecnologías, sino también una energía y paz que rodea a todo el que llega y visita tan misterioso lugar.
Su singular mezcla de pasado místico y entretenimiento sin fin que sólo la ciudad de Cuzco tiene,junto con los paisajes del valle Sagrado que son simplemente espectaculares hacen que visistar Machu Picchu sea una experiencia inolvidable. Te aconsejo que si tienes un poco más de tiempo visite Cuzco, el pueblo de Andahuaylillas y su preciosa iglesia, llamada la Capilla Sixtina de los Andes.
